El pionero en intentar mejorar el aspecto exterior e interior de la vulva fue un ginecólogo estadounidense que hace 12 años observo que muchas de las pacientes que habían sido sometidas a una cirugía vaginal le manifestaban que su placer sexual había mejorado. Así nació su interés por el tema y el refinamiento de su especialidad, a la que se bautizo "rejuvenecimiento vaginal con láser".
Antes de esta técnica con láser, se hacían con bisturí, que fueron creadas inicialmente para corregir cuestiones funcionales.
La diferencia entre las dos técnicas es notoria, ya que con el láser, los procedimientos son menos cruentos, hay un menor sangrado y se favorece el proceso de cicatrización.
Esta cirugía se realiza, generalmente, para una cuestión terapéutica, destinado a intentar corregir, por ejemplo, los efectos de una incontinencia urinaria o las consecuencias de un prolapso. Y por una cuestión estética, que reúne a la mayoría de las nuevas opciones, que logran en un 95 por ciento recuperar o aumentar el placer sexual.
Antes de esta técnica con láser, se hacían con bisturí, que fueron creadas inicialmente para corregir cuestiones funcionales.
La diferencia entre las dos técnicas es notoria, ya que con el láser, los procedimientos son menos cruentos, hay un menor sangrado y se favorece el proceso de cicatrización.
Esta cirugía se realiza, generalmente, para una cuestión terapéutica, destinado a intentar corregir, por ejemplo, los efectos de una incontinencia urinaria o las consecuencias de un prolapso. Y por una cuestión estética, que reúne a la mayoría de las nuevas opciones, que logran en un 95 por ciento recuperar o aumentar el placer sexual.
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